Las explotaciones se dividían en positivas para PRRS, negativas o afectadas por un brote de PRRS cuando inicialmente habían sido vacunadas. Las granjas que vacunaban masivamente lo hacían en más del 50% de su población (pero siempre menos del 100%), el resto vacunaba a menos del 50%. La mayoría de las granjas que vacunaban masivamente esta vacuna no se realizaba en las cerdas en avanzado estado de gestación y ninguna vacunó durante el brote de PRRS.
El número de nacidos vivos y de destetados disminuyó cuando las cerdas gestantes fueron vacunadas. El efecto sobre la productividad en la gestación siguiente a la vacunación dependió del protocolo de la vacunación.
Dewey CE, Wilson S, Buck P, Leyenaar JK. Effects of porcine reproductive and respiratory syndrome vaccination in breeding-age animals.Prev Vet Med. Vol 62 (4) 2004. Pág. 299-307.